Ashtanga se diferencia de otras formas de yoga a través del uso de Vinyasa (sincronización de respiración con movimiento), respiración Ujjayi (Pranayama), Bandhas (cerraduras energéticas) y Dristis (puntos de concentración) en combinación con la práctica de Asanas (posiciones del cuerpo) en una serie fija. Estos elementos ayudan al estudiante a mantenerse enfocado durante toda la práctica y a crear un estado meditativo profundo. Los ajustes o correcciones físicas son una parte importante de las clases de Ashtanga. Los maestros no solo dan instrucciones verbales, sino que usan sus manos para corregir la posición del estudiante o lo profundizan a través del estiramiento y la extensión.
El desafío físico en la practica de Ashtanga parece a mucha gente interesante, pero puede crear problemas porque el cuerpo a menudo o, a veces la mente, se sienten abrumados.
Por ese motivo he desarrollado un sistema de enseñanza en tres niveles que permite a cualquier persona practicar el Ashtanga Yoga en su forma tradicional, pero también adaptar la práctica a sus necesidades.
Ashtanga Yoga es una filosofía de vida que crea un cuerpo y una mente saludables. Cuando se practica correctamente, gradualmente permite al practicante realizar todo su potencial en todos los niveles de la conciencia humana: física, mental y espiritual. Al practicar esta disciplina regularmente y con devoción, uno gana estabilidad mental y física y encuentra el equilibrio interior. A través de la práctica regular logramos el control sobre los sentidos y una profunda conciencia de nosotros mismos. Esto conduce a la ecuanimidad y la felicidad, a la paz interior y al equilibrio y apoya nuestro conocimiento propio y la realización personal. La Serie de Asanas no solo sana al cuerpo físico, sino también a la mente.
Las series de Ashtanga
Ashtanga Yoga conoce hasta seis series diferentes, que se enseñan tradicionalmente en el estilo Mysore (enlace). Las series físicas exigentes conectan posiciones estáticas con los movimientos fluidos de Vinyasas, relajando el cuerpo desde la posición anterior y preparándose para la siguiente. Estas series deben aprenderse lentamente y con paciencia. Aquellos que sufren limitaciones físicas deben practicar inicialmente la "Primera Serie" en una forma acortada y simplificada hasta que el cuerpo y la mente estén listos para pasar al programa completo.
La Primera Serie (Yoga Chikitsa = Terapia de Yoga) desintoxica el cuerpo y crea flexibilidad. Esta adecuado para todos. La Segunda Serie (Serie Intermedia o Nadi Shodana = Limpiar los Nadis) fue recomendada por P. Jois para los maestros de yoga. Se centra en la purificación y apertura de los canales energéticos y del sistema nervioso. Las Series Avanzadas A, B, C y D (resumidas bajo el nombre Sthira Bhaga = tranquilidad o estabilidad divina) sirven, según a Jois, principalmente con fines de demostración y son adecuadas para personas con un alto nivel de flexibilidad física que buscan más retos. En este nivel, uno experimenta la gozosa libertad del cuerpo que normalmente solo posee como niño. Esta experiencia puede ser muy liberadora y satisfactoria.
La serie otorga un gran valor a la movilidad de la columna vertebral, en la que se extiende la médula espinal. Por lo tanto, los ejercicios tienen efectos profundos al sistema nervioso central e influyen a las funciones cerebrales. Por lo tanto, las asanas también son útiles para los problemas mentales, ya que a menudo se manifiestan en forma física, por ejemplo a través bloqueos, músculos tensos o malestar orgánico. Con una práctica regular, los bloqueos físicos y la tensión se disuelven a través de la movilidad creciente del cuerpo, y el sistema nervioso se armoniza. Incluso si llegamos a una clase de yoga con gran estrés mental, nos olvidamos de nuestros problemas poco después, porque la mente tiene que concentrarse en la respiración y los ejercicios. Se "olvida" de seguir pensando en los problemas porque tiene que centrarse en el momento presente.
De esta manera, la mente y el alma pueden recuperarse y relajarse, ganamos distancia y claridad sobre nuestros problemas. Es por eso que muchas personas dejan una clase de yoga sintiéndose bien equilibradas y renovadas. Los problemas no desaparecen, pero encontramos nuevas fuerzas para enfrentarlos. El efecto calmante sobre la mente disuelve las tensiones internas y externas y permite una recuperación profunda, que no solo es física.